Estar enamorado....

Una famosa canción de los 70s ya mencionaba que “estar enamorado es divisar la estrella más pequeña, olvidar la muerte y la tristeza, ver el mar con árboles y rosas y escuchar la voz -de la persona amada- en otra boca”. Y esta canción no está tan alejada de lo que han descubierto algunos de los principales investigadores del amor, ya que cuando estamos en esta etapa nuestros pensamientos están centrados en la pareja y hace que veamos todo bello -empezando, claro está, por la misma persona amada. Una de las principales especialistas en estos temas, es la socióloga Helen Fisher, quien ha tenido el acierto de analizar de manera profunda este tema no sólo desde su disciplina, sino también desde la perspectiva biológica, neurológica y psicológica. A partir de los hallazgos de sus investigaciones, Fisher ha podido señalar que el enamoramiento, el amor maduro y la simple atracción física-sexual, son procesos que, aunque están intimamente relacionados, presentan de manera clara, diferentes reacciones a nivel biológico, por ejemplo, el enamoramiento parecen estar asociado con un incremento en los niveles de dopamina (los cuales elevan nuestra capacidad de atención y concentración hacia un objetivo) y norepinefrina (que provoca aumento de enrgía, euforia, imsomnio y pérdida de apetito) y un descenso en los niveles de serotonina (que provoca conductas de tipo obsesivas). Pero volviendo a la pregunta que dio pie a este post, la misma Helen Fisher nos comparte en su libro “¿Por qué amamos?” las principales características de esta etapa de enamoramiento, entre las cuales se encuentran las siguientes: a) Literalmente el ser amado “se nos mete a la cabeza” y cual “espirítu chocarrero” se apodera de todo nuestro ser. Esto provoca que nuestra atención este concentrada principalemente en el ser amado. b) El enamoramiento es equiparable a que nos tomaramos varias “bebidas energetizantes” ya que nos llena de energía y nos sentimos como chicos o chicas superpoderosos(as). c) Hay un famoso dicho que menciona que “el amor es ciego”, pero si somos más precisos, deberíamos decir que sólo es “ciego” este tipo de “amor romántico o enamoramiento”, que se caracteriza por engrandecer o idealizar a la otra persona y minimizar sus errores. Sin duda alguna, esta característica del enamoramiento es “un arma de dos filos” ya que a veces vemos “principes azules” o “princesas encantadoras” donde sólo hay “sapos” o “ranas”. d) Otra característica que pudiera ser negativa si es que llega a niveles exagerados es la dependencia emocional que se vive en esta etapa, sin embargo, es importante en cierta medida, ya que esto garantizará que se dé una convivencia continua en la pareja, lo que a la larga afianzara la relación. e) En esta etapa esperamos que nuestra pareja sea exclusivamente para nosotros y también nosotros nos comprometemos a ser exlusivamente de ella. Helen Fisher menciona que en teoría es posible amar o desear físicamente a más de una persona, pero que sería extremadamente difícil estar enamorado de dos personas a la vez, ya que como se comentó en puntos anteriores, los cambios biológicos y emocionales provocan nos centremos totalmente en la persona de la cual estamos enamorados. f) Los enamorados están dispuestos a enfrentar cual grandes “guerreros” a las adversidades que amenacen a su relación. Esta característica ha sido retomada constantemente en la literatura, el cine y la televisión. Debido a esto, es que Helen Fisher ha denominado esta característica como “efecto Romeo y Julieta”, rememorando todo lo que hicieron este par de enamorados para evitar que sus padres impidieran su amor. Por cierto, los padres y madres que no están de acuerdo con las relaciones románticas de sus hijos, deberían evitar que sean percibidos por éstos como una amenaza a la relación, ya que, esto sólo incrementaría sus niveles de enamoramiento.

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