Mi vida ya no eres tú

El año que estuvimos juntos pasó volando. Casi tanto como la llamada en la que me decías que ya no valía la pena, que era mejor dejarlo. Doce meses compartidos, buenos y malos a la vez, alegres y también aburridos.
¿Tú solo decidiste lo que era mejor para los dos? Más bien no. Decidiste lo que era mejor para ti. Lo más cómodo. Aún se me pone la piel de gallina cuando recuerdo lo frío que fuiste conmigo en esa llamada. No te conocía de esa manera, aunque puestos a decir la verdad creo que nunca te conocí, que llevabas una máscara, y que sólo acertaste a quitártela en el peor momento que podías haber elegido.
Fuiste tú quien lo empezó todo, y decidiste que serías tú también quien lo acabarías. Ya no te guardo rencor (que si que tuve, y a raudales), quizás tristeza al comprobar que la imagen que tenía de ti era fruto de mi imaginación, de imaginar que eras como te mostrabas. Craso error. Más bien fuiste como yo quería que fueras. O tal vez sólo fueras así en mi cabeza, y tu sonrisa y tu mirada me confundían más allá del razonamiento, el mismo que me impidió saber antes lo que iba a pasar entre nosotros, lo que habías decidido para los dos, tú solo.
Han pasado ya seis meses, y tengo mi cabeza fría de ti. No te he olvidado, creo que nunca lo haré, pero mi mente te ha pasado. No eres el primero que sólo vive en mis recuerdos, ni serás el último, seguro. Aún así, me has dejado un mal sabor de boca. De saber que no lo hiciste como debías, de verme como un monigote más para ti el resto de tu vida.
Lo hiciste mal, intenté explicártelo. Creo que lo entendiste, pero no que sintieras lo que habías hecho. Tu cara que tantas veces vi con esa sonrisa que me volvió loca, era incapaz entonces de mostrar algo de emoción, culpa o pena. Tu indiferencia te delataba.
Te hubiera gustado hacerlo de otra manera mejor, pero sé también que no te importó mucho más allá de las disculpas.
Espero que algún día te pase lo mismo (aunque con lo buena persona que eres dudo que cualquier tía te deje tan rastreramente) y te des cuenta de lo que hiciste, de haber desperdiciado mi confianza, la cual tengo en gran estima, de haber pasado en mi cabeza del pedestal al fondo de la letrina. Pobre.
Ya me enteré de quién comparte tu máscara ahora. No puedo decir que amiga, ni siquiera conocida. ¡Qué pena!. Creo que es un poco ... , pero allá tú dónde te metes. Gracias a dios, ya no es mi asunto. Ya no eres mi asunto. Mi vida, ya no eres tú.
¿Tú solo decidiste lo que era mejor para los dos? Más bien no. Decidiste lo que era mejor para ti. Lo más cómodo. Aún se me pone la piel de gallina cuando recuerdo lo frío que fuiste conmigo en esa llamada. No te conocía de esa manera, aunque puestos a decir la verdad creo que nunca te conocí, que llevabas una máscara, y que sólo acertaste a quitártela en el peor momento que podías haber elegido.
Fuiste tú quien lo empezó todo, y decidiste que serías tú también quien lo acabarías. Ya no te guardo rencor (que si que tuve, y a raudales), quizás tristeza al comprobar que la imagen que tenía de ti era fruto de mi imaginación, de imaginar que eras como te mostrabas. Craso error. Más bien fuiste como yo quería que fueras. O tal vez sólo fueras así en mi cabeza, y tu sonrisa y tu mirada me confundían más allá del razonamiento, el mismo que me impidió saber antes lo que iba a pasar entre nosotros, lo que habías decidido para los dos, tú solo.
Han pasado ya seis meses, y tengo mi cabeza fría de ti. No te he olvidado, creo que nunca lo haré, pero mi mente te ha pasado. No eres el primero que sólo vive en mis recuerdos, ni serás el último, seguro. Aún así, me has dejado un mal sabor de boca. De saber que no lo hiciste como debías, de verme como un monigote más para ti el resto de tu vida.
Lo hiciste mal, intenté explicártelo. Creo que lo entendiste, pero no que sintieras lo que habías hecho. Tu cara que tantas veces vi con esa sonrisa que me volvió loca, era incapaz entonces de mostrar algo de emoción, culpa o pena. Tu indiferencia te delataba.
Te hubiera gustado hacerlo de otra manera mejor, pero sé también que no te importó mucho más allá de las disculpas.
Espero que algún día te pase lo mismo (aunque con lo buena persona que eres dudo que cualquier tía te deje tan rastreramente) y te des cuenta de lo que hiciste, de haber desperdiciado mi confianza, la cual tengo en gran estima, de haber pasado en mi cabeza del pedestal al fondo de la letrina. Pobre.
Ya me enteré de quién comparte tu máscara ahora. No puedo decir que amiga, ni siquiera conocida. ¡Qué pena!. Creo que es un poco ... , pero allá tú dónde te metes. Gracias a dios, ya no es mi asunto. Ya no eres mi asunto. Mi vida, ya no eres tú.
Este texto lo escribí hace ya muchos años y me apetecía recuperarlo, todo eso está ya superado, cuesta y duele cuando te lo encuentras con ella y no hay ni un saludo, pero como bien he dicho: ya no eres mi asunto.
EDITADO: acabo de ver que ha publicado Cora un post interesante. Me uno a sus disculpas de que tenemos esto abandonado, ya os pondremos al día!! suerte a todos en vuestros proyectos!!
Comentarios
Buenooo que me desviooooo pa variar!!!! Que gracias por compartir este texto con nosotros, creo que refleja totalmente el como tew sentiste. Espero que eso haya quedado superado!
Nos vemosssss!!!
1bsto
Elemento positivo y escrito con magia.
besotes
Pd: te invito a mi blo...
Un saludito y me alegro de leeros (por partida doble) ;)
ertai: gasias por echarnos de menos!! más que apatía a sido falta de tiempo y eso ya ta superado, fue hace varios años
t18: ojalá dentro de un tiempo veas eso como una sensación pasada y solo te quedes con los buenos momentos
sacris: gasias!!! sinceramente le deseo todo lo mejor, no es un mal tio
arkadas: dicen que del amor al odio hay un pequeño paso, pero lo peor es la indiferencia, es lo que me dolió pero ya ta superado. Me temo que todos hemos pasado por un momento así...
veronica: Bienvenida!! te esperamos por aqui cuando quieras. Ya me pasaré a visitarte por tu blog. Las cosas con la perspectiva del tiempo se valoran como deben, cuando viví eso era lo peor que me podía pasar y ahora no lo creo, solo fue una vaya más a saltar...
ana: lo mismo que tú acabo de decir al responder a vuestros comentarios. Aunque no os haya comentado más o menos he ido leyendo vuestros blog.
seguimos en cntacto por la globosfera!!